viernes, 11 de mayo de 2012
GASTRONOMíA - Bodegas y Viñedos Aceña de San Esteban de Gormaz consiguió dos premios Bacchus de Plata en este edicion 2012 por sus vinos Terraesteban Crianza 2009 y Terraesteban Roble 2010.
Estos premios están concedidos por la Unión Española de Catadores y tienen carácter internacional.
El galardón logrado para algunos de sus vinos les permite estar situados en el podium vitivinícola, ya que los Bacchus se convierte cada edición en una guía de imprescindible revisión para estar al día en los galardones enológicos.
Se trata de una selección mundial de referentes vinícolas que por su calidad han sido merecedores de dicho reconocimiento internacional.
Se trata de una bodega que ha sabido unir tradición e innovación, el cuidado y arraigo a su tierra con una elaboración dinámica y moderna, que basa su proyecto en el cuidado de la viña, la uva, el mosto y el vino.
Todo está medido y pensado para ofrecer la mayor calidad posible a cada uno de sus vinos, desde el momento de la vendimia, hasta el uso de la tecnología más avanzada y los mejores medios para elaborar dos vinos de premio, dos Terraesteban, que han conseguido conquista paladares incluso en el mercado asiático.
Sus viñedos se reparten entre San Esteban de Gormaz y Quintanilla de Tres Barrios, viñedos propios y ajenos ubicados a más de 900 metros de altitud, que se transmite en el carácter que ofrece cada copa.
Los hermanos Juanjo y Amelia Aceña gestionan la producción y las ventas, con un equipo formado por Susana Romero en logística y labor comercial, Álvaro Aceña y Enrique Romero como responsables de bodega y viñedo y los enólogos Juan Ayuso y Rebeca Palomo.
Un crianza cuya uva se selecciona inicialmente en el viñedo, para realizar la vendimia manual en cajas de 200 kilos que se encuba en menos e tres horas, para ofrecer lo mejor de sus viñedos en cada botella y que se deja reposar en barricas de roble americano, francés hendido y húngaro selección. Ofreciendo un tono rojo cereza picota de gran intensidad y reflejos granates.
Con un amplio paso de boca, sabroso, con cierta densidad, que ofrece fruta, acidez y madera en perfecto equilibrio.
El roble es expresivo y juvenil y ofrece un color rojo cereza de capa media, con marcados ribetes amoratados y notas frutales, frutas rojas y negras muy maduradas en nariz, con aromas como café, vainilla y cacao, junto a otros más sutiles.
Con este premio, Terraesteban sigue cosechando premios, tanto por sus vinos como por sus diseños, y puede ofrecer una garantía de calidad a sus clientes, con la certificación de expertos independientes.
Cada dos años, los vinos de todo el mundo se presentan a un examen único: el que realiza la Unión Española de Catadores, con el aval de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y la Unión Internacional de Enólogos (UIOE), para otorgar las medallas de los premios Bacchus a los mejores vinos que se presenta a este prestigioso concurso.
Es un reto para enólogos y bodegas, porque durante cuatro días un centenar de expertos catadores, entre los que se encuentran periodistas especializados, sumilleres, enólogos y Masters of Wine, buscan y evalúan los más de mil vinos que se presentaron este año a esta edición.
Estar en el podium de los Bacchus es saber que serán incluidos en la guía de imprescindible revisión para conocer las medallas auténticas de los vinos del mundo.
El Bacchus es un sello imprescindible a la hora de evaluar la calidad de las más diversas elaboraciones procedentes del atlas vitivinícola mundial, es la garantía de que abrir una botella de vino llega la calidad máxima.