San Esteban de Gormaz se ha convertido este fin de semana en la capital de la música tradicional con la dulzaina como instrumento protagonista, gracias al festival Aires de Dulzaina que congregó a más de 200 músicos sobre los distintos escenarios y actuaciones programadas desde el viernes hasta que esta tarde finalice esta nueva edición a los que se suman cientos de aficionados.
Pero si algo destaca su organizador, Alfonso López, es que después de dos años de trabajo, “recogemos el fruto y estamos muy contentos por la cantidad de grupos que vienen a visitarnos y la cantidad de amigos y convivencia que se crea aquí”, destacó López. Y es que si algo caracteriza al festival es precisamente esta camaradería, ese intercambio entre amigos, los que eran de antes y los que se forjan en la carpa, la Plaza Mayor o los pasacalles, con un amor por la dulzaina, pero también por el folklore, las tradiciones y la importancia de la cultura popular para unir en torno a danzas y bailes.
El festival comenzó el viernes con el taller de música que ofreció Antonio Domingo, un toledano que conquistó a los chavales y no tan chavales con su espectáculo y que “fue una delicia”, como destacó López, asegurando que para los niños de los centros escolares de la localidad “creo que es un aliciente para que se vayan introduciendo en el folklore”. Además la conferencia de Julia Escribano, Susana Arroyo y David Álvarez sobre el cancionero popular de la provincia de Soria permitió dar a conocer el gran trabajo de investigación “y lo mucho que hay por recuperar” y que además “siempre buscamos ese componente cultural, que es fundamental y primordial”, destacó el organizador del evento.
La primera jornada finalizó con un baile concierto de Cigalo y Friends.
El sábado la música tomó las calles a lo largo de la mañana, primero con el pasacalles, la vista al lagar y las bodegas donde se sirvió un almuerzo, pero también con el pasacalles que finalizó en el Escenario Escuelas, un cambio sobre el denominado escenario abierto que permitió “tener espacio para la gente que está empezando”, explicó López, invitando a las escuelas de Cuellar, de Astillero, de Segovia, de Burgos y la de San Esteban, de manera que se potencie la cantera “y darles la primera oportunidad de subirse a un escenario”.
Tas la comida para más de mil personas, la fiesta continuó en la carpa con el desfile hasta la alfombra roja y el certamen donde participaron Viero-Folk de La Coruña, los castellonenses Gaiteros dels Ports y los Hermanos Cubero de Guadalajara. Un escenario donde se vibró con la música también por la noche, tras la cena, con la actuación de los A Cadiera Coixa, de Huesca.
Una de las señas de identidad del Aires del Dulzaina es la gran colaboración con la que cuenta Alfonso López y su equipo, más de 250-300 personas colaboran de una manera u otra para que todo salga perfecto y con la voz quebrada y emocionado solo de pensarlo, López reconoce que “si de algo puedo estar orgulloso es de la gente de mi pueblo”, agradeciendo así su ayuda para que este festival siga siendo, año tras año una realidad.
Además quiso agradecer la colaboración de las empresas locales de San Esteban, el Ayuntamiento de la localidad, tanto en lo económico como en la logística, el departamento de cultura de la Diputación Provincial y la Caja Rural de Soria, que hacen posible cada nueva edición.
Ayer finalizó con el pasacalles y el espectáculo de calle de las comparsas de gigantes y cabezudos de Pueblo de Sanabria y de Bilbao, desde las once de la mañana y el espectáculo infantil de tarde de los Títeres de la tía Elena.