El Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz ha pedido al Ministerio de Asuntos Exteriores la concesión de la Orden del Mérito Civil al sargento de la Guardia Civil Francisco Castillo Abeijón del cuartel de la localidad ribereña, “por considerar que reúne varios de los méritos condicionantes para optar a dicha condecoración”, según explicaron desde el Consistorio sanestebeño.
Esta petición ya se produjo en abril de 2018, pero era preciso que se sometiera a la aprobación del pleno municipal, tras solicitarlo en agosto del pasado año el propio Ministerio, “para garantizar la transparencia y objetividad de la propuesta”, algo que fue ratificado en la sesión plenaria de febrero.
El Ayuntamiento, en su argumentación ante el Ministerio, alegó que el agente merece dicho reconocimiento por “la cantidad de relevantes servicios de carácter civil que ha dirigido y en los que ha participado activamente”, poniendo como ejemplo el rescate de un vecino en el interior de una bodega subterránea en Ines, búsqueda de personas desaparecidas en el río Duero, participación activa en la resolución y control de diversas catástrofes naturales como inundaciones o incendios, así como actuaciones contra la delincuencia común y organizada.
La alcaldesa sanestebeña, María Luisa Aguilera, apoyó su petición y recordó que los trabajos que se han producido como sargento del cuartel sanestebeño hay que sumar las seis meses que el agente pasó en el Líbano en una misión humanitaria dentro de Naciones Unidas, lo que “acredita que su labor va más allá del ámbito en el que está circunscrito”, afirmó. Y confió en que si finalmente llega el reconocimiento tenga en visto bueno de toda la cámara, tal y como ocurrió durante el pleno, que fue aprobado con el apoyo de todos los grupos.
Precisamente, además de su tarea al frente del cuartel de la Benemérita de San Esteban de Gormaz, Castillo Abeijón, participó durante seis meses en la base Miguel de Cervantes de Majaryún donde formó parte de la Operación Libre Hidalgo 28 de la ONU junto a otros casi 600 efectivos militares, entre los que se encontraban 12 agentes de la Benemérita.
Esta experiencia le permitió al agente, “cumplir un sueño”, y aprender mucho, ya que durante estos 24siete, como denominan internamente al sistema de trabajo que conlleva permanecer activos 24 horas al día los siete días de la semana, trabajando con contingentes de otros países y tratando de “entender lo que se entiende”, en referencia al conflicto entre Libia, Siria y Líbano, explicó Castillo a su regreso.
En estos seis meses reorrió 15.000 kilómetros realizando reconocimientos y patrullas por casi todo el país o Israel, contemplando los contrastes tan extremos que existen y así también conoció o visitado a representantes de las 18 religiones que conviven en el país, como maronitas, ortodoxos, melquitas o drusos entre otros.
Durante ese medio año también explicó que en el corazón de Líbano ondeó la bandera que le entregó el pueblo de San Esteban de Gormaz en la fiesta del Pilar de 2017 antes de su salida.