La entrada ya recordaba a las salas de cine con formato de ticket cinematográfico e incluso una alfombra roja fue recibiendo, saliendo de un Dodge, a todos los músicos antes de subir al escenario que estaba encabezado por estrellas de la fama con los instrumentos musicales. Y así fueron ocupando los más de 50 miembros de la banda de San Esteban de Gormaz un escenario decorado con carteles de los estrenos como Flashdance, La vida es bella, Juego de tronos, Chicago, Piratas del Caribe o El Padrino, que incluso hizo un cameo con un solista rememorando al protagonista de una de las bandas sonoras más reconocibles de la historia.
Y así comenzó un concierto que fue repasando algunas de las bandas sonoras que han marcado la historia del séptimo arte, entre proyectores, focos, músicos vestidos de gala y proyecciones de las imágenes más reconocidas de estas películas.
Después de 90 minutos de concierto la directora de la banda y verdadera artista de este montaje, Jessica Redondo Fresno, anunció la pieza final, El bueno, el feo y el malo, que sirvió de imagen del concierto y photocall que, al igual que las estrellas de cine, elevó la música a un universo cinematográfico.