La banda de música de la asociación Compases del Duero de San Esteban de Gormaz ha vuelto a deslumbrar a los vecinos de San Esteban de Gormaz con el talento, el buen hacer musical y la creatividad que sus protagonistas llevan a cabo en cada actuación, de la mano de su directora, Jessica Redondo Fresno, quien esta vez pensó en un regalo para los más pequeños.
Por eso el concierto de Navidad de la villa ribereña este año tenía un marcado carácter infantil, tanto para los de edad como de espíritu, ya que junto con las canciones que han marcado las bandas sonoras de las películas de fantasía de la compañía, los protagonistas de dichas películas no dudaron en ofrecer un espectáculo añadido para los más pequeños.
Así se pudo disfrutar de piezas como Piratas del Caribe, Let it go, la clásica pieza de Frozen cuyo compañero Olaf fue el gran protagonista de la jornada y uno de los más demandados por los más pequeños. El concierto continuó con The bare necessities, del libro de la selva y con un Aladdin que demostró sus dotes para el baile y cosechó numerosos aplausos de los mayores y abrazos de los más pequeños, tanto en los momentos previos al concierto como en la segunda jornada en la que los protagonistas Disney sedujeron a los pequeños. El recital musical continuó, en la carpa y guardando todas las medidas de seguridad y respetando aforos reducidos para luchar contra la pandemia, con el Rey Leon, donde incluso se volvió a presentar ante el auditorio al pequeño Simba ante unos espectadores que miraban atónitos el espectáculo. No dudaron en seguir ofreciendo color y diversión, como la actuación de la Bella y la Bestia que no dudaron en bailar mientras Compases del Duero interpretaba la pieza central de la película ante los protagonistas. Y como la ilusión de los niños vale para hacer que se siga trabajando y luchando a pesar de las dificultades y porque ellos han sido uno de los colectivos a los que más se les ha ?robado? en esta situación sanitaria, la directora de la formación musical no dudó en vestirse como Los Payasos de la tele para dirigir a sus músicos en la pieza final que nos recordaba a las tardes del circo en la televisión y parecía que en cualquier momento Fofó, Fofito y compañía podían salir de cualquier rincón para seguir dando sorpresas.
Mientras el público miraba a los músicos que no usaron escenario, sino que tocaron a la altura de la superficie de la carpa para ampliar sus respectivas distancias de seguridad, uno de los mejores prismas lo tenían los propios músicos que veían los rostros emocionados de los más pequeños que se seguían sorprendiendo ante la aparición de personajes de Disney, desde sus películas favoritas a Donald, Minnie o Mickey que tampoco se quisieron perder el concierto de la banda de San Esteban.
Y como el aforo era limitado y reducido y rápidamente se agotaron las entradas del espectáculo, la preocupación de la dirección fue tan grande que no dudó en ofrecer otro regalo a todos los niños de San Esteban y por eso en la jornada siguiente al concierto los personajes Disney recorrieron y bailaron por la Plaza Mayor y la Placituela de San Esteban para que todos pudieran estar con ellos, hacerse fotos y llevarse un gran recuerdo en forma de regalo navideño cultural.
Además el concierto tenía un marcado carácter solidario y la recaudación de las entradas estaba destinada a la asamblea local de Cruz Roja San Esteban para colaborar con este año tan duro para muchas familias.