El fin de semana del puente de Todos los Santos, San Esteban de Gormaz volverá a convertirse en la capital de la música tradicional con la celebración de una nueva edición del Festival Aires de Dulzaina que pone de manifiesto la importancia de este instrumento y de la cultura musical en Castilla, con una propuesta que lleva creciendo desde el año 2003 que se celebró la primera edición.
Ayer, el presidente de la Diputación Provincial, Benito Serrano, y el presidente de la asociación Aires de Dulzaina, Alfonso López, suscribieron un convenio de colaboración por el que la entidad provincial financiará con 8.000 euros, por primera vez, un evento que, como destacó Serrano, ?está en lo más alto de la dulzaina y la música tradicional?.
Como señaló el presidente provincial, el certamen ?se ha ido consolidando y creciendo con la participación de muchos artistas?, que acuden de distintos puntos del país y también con presencia internacional, por lo que quiso agradecer el trabajo que han realizado estos años y el nivel logrado, y confirmó que ?vais a tener el apoyo para que sigáis creciendo?, añadió.
Por su parte, Alfonso López recordó que la dulzaina en Castilla ?es el instrumento por excelencia de la música tradicional? y por eso desde la organización del festival se trabaja por ?cuidarlo y potenciarlo? y este año con una novedad: fusionar la música de dulzaina con la de banda de música en un concierto conjunto que busca explorar nuevos campos.
?El festival poco a poco ha ido creciendo y consolidándose como uno de los mejores festivales relacionados con la dulzaina a nivel nacional e instrumentos de la misma raíz musical?, señaló el presidente de la asociación.
Desde Aires de Dulzaina también avanzaron que se va a intentar seguir trabajando con los más jóvenes para que se acerquen a este instrumento y conozcan sus posibilidades, de una música que es ?un nexo de unión entre distintas comunidades?, como se pondrá de manifiesto en el amplio programa que se desarrollará en esta nueva edición.
El festival comienza el viernes, día 29 de septiembre con la recepción de los músicos invitados y la música para todos los públicos llegará a partir del sábado, 30 de octubre, con varios pasacalles por la mañana y el Escenario Escuelas a partir de las 12:30 horas en la Plaza Mayor, Plaza de San Esteban y jardines de la Plaza del frontón, apostando por crear nuevos espacios para evitar las aglomeraciones, como precaución ante el COVID, y donde se darán cita las escuelas de Ávila, Aluche, Tierra de Pinares, Golmayo, San Esteban y el grupo local orquestina Atalaya Soria, en una propuesta para que las nuevas formaciones tengan un espacio donde tocar.
El sábado el festival continuará con la actuación de distintos dulzaineros castellanos como Moreno y Dueña, Pindado, Ramos, Dïez, Alameda, Costa y Fernández, junto a La Xafigá, de Muro de Alcoy, acompañados de la banda de música que dirige Jessica Redondo Fresno, en una propuesta novedosa en la comarca sanestebeña, pero que ?creemos que es una fórmula que puede funcionar?, destacó López. La fiesta concluirá por la noche con el concierto de Vallarna, a caballo entre Castilla y Cantabria.
Para la jornada del domingo, habitualmente centrado en el baile, se contará a las 13 horas con la actuación de la Corrobla de Baile, grupo de Valladolid, que son un ejemplo en el cuidado de la tradición y por la tarde a las 18:30 se disfrutará del concierto didáctico a cargo de Son de Ayer, de Palencia.
Este años, aprovechando la jornada festiva del día 1, se cerrará el festival con la actuación de Mara Row, acompañada de los hermanos Romero con su concierto Huellas, melodías de herencia que ahonda en la música tradicional y, además, desde el lunes, día 18 de octubre y hasta el día 31, en el local Asociación de Pensionistas San Miguel de San Esteban se podrá disfrutar de una exposición de instrumentos de la tradición musical española de Juan Cruz Silva Naveros.
Aires de Dulzaina nació en el año 2003 y se trata de un festival que se realiza cada dos años, por lo que la pandemia generada por la enfermedad Covid-19 no ha impedido su desarrollo, pero si la adaptación de las medidas sanitarias vigentes en la programación del próximo festival, en el que se han visto obligados a suprimir algunos actos como la comida para cerca de 1.000 personas o el almuerzo en la zona de bodegas, que contaban con una gran aceptación.