Numerosa concentración de vecinos de la comarca de Coto Redondo y la Ribera en Villálvaro para decir no a la macrogranja de cerdos que se quiere instalar en el término de Fuentearmegil y que afectaría a localidades como Fuentearmegil, Fuencaliente del Burgo, Villálvaro, Zayuelas y Santervás del Burgo.
Más de una centena de vecinos se manifestaron de forma pacífica en la puerta del antiguo ayuntamiento de esta pedanía ribereña con pancartas en las que se podía leer el rechazo de los distintos pueblos a esta macrogranja y símbolos de peligro para pedir que no se instalen este tipo de instalaciones en ningún sitio. Además, los manifestantes no dudaron en corear la consigna Macro no en referencia a que industrias ganaderas de estas dimensiones se comiencen a ubicar en sus términos municipales.
Por eso ellos mismos confeccionaron carteles con la leyenda Ni en (nombre del pueblo) ni en ningún sitio #stopganaderíaindustrial y su no a la macrogranja es para “la protección de nuestra salud”, coreaban.
En la concentración había gente de distintos pueblos y distintas edades, desde los más pequeños preocupados por su futuro y por el medio ambiente a los más mayores que no quieren perder la calidad de vida que el medio rural les ofrece. Entre los manifestantes se pudo ver a la alcaldesa de San Esteban de Gormaz, María Luisa Aguilera, o la alcaldesa pedánea de Vilálvaro, Soledad Albitre, junto a vecinos de estos pueblos que sujetaban pancartas pidiendo Stop a la ganadería industrial.
Los organizadores recordaban que lo importante es frenar este proyecto, por lo que además de presentar alegaciones al mismo, están llevando a cabo otro tipo de acciones como la concentración de ayer o la recogida de firmas a través de Change.org, donde ya han logrado que se sumen a su causa más de 1.700 personas de toda la comarca.
La macrogranja que se pretende instalar en Fuentearmegil contaría con 4.660 cabezas de cerdas de recría de reproductoras y cabe recordar que entre los puntos críticos que señalan con la construcción de esta macrogranja está, por ejemplo, el vertido de purines «a poco más de cien metros de los núcleos urbanos de Fuencaliente del Burgo y Santervás del Burgo», alertando sobre «el carácter contaminador de los mismos y de las molestias de los intensos y repugnantes olores a tan corta distancia de los hogares donde residen los vecinos», mientras recuerdan que la legislación vigente impone una distancia mínima de doscientos metros que no es respetada en este caso.
Les preocupa también «la aplicación de purines a tan solo 180 metros del manantial del que se capta el agua para abastecimiento de consumo humano de Santervás del Burgo», la proximidad de los vertidos al nacimiento del río Cejos y a los humedales que lo acompañan, cauces fluviales, tuberías de conducción de agua e incluso a la villa romana de Santervás, y la afectación al pueblo de Villálvaro, cuya proximidad de su captación de agua para consumo humano -un pozo con galerías horizontales- se encuentra a tan solo 810 metros de la propia instalación de explotación porcina de Fuentearmegil, situada está a apenas 5 metros de su límite municipal, entre otros aspectos.