Los alumnos de 4º de la ESO de San Esteban de Gormaz han cerrado el curso con un buen sabor de boca, gracias a una actividad culinaria que ha permito servir de jornada multicultural, ante las dotes en los fogones de los alumnos de lengua de Ana Romero, la profesora que ha promovido esta fiesta.
Durante todo el curso, uno de los alumnos, Fernando Sañudo, estuvo comentando su habilidad en la cocina y las buenas elaboraciones que era capaz de crear y entonces surgió el reto: “eso tenemos que probarlos”. Y así, al terminar el curso decidieron pedir permiso al CEPA Doña Jimena para usar su aula de cocina y realizar esos platos, aprovechando también para que otros alumnos demostraran su arte culinario y acercaran tradiciones y recetas familiares a sus compañeros.
De esa manera, los 24 chavales que quisieron sumarse a la iniciativa, pasaron parte de la mañana preparando el menú. Fernando Sañudo como jefe de cocina contó con la colaboración de dos de sus compañeros, Victor Mazagatos y Gabriel Redondo, para cocinar canelones de gambas con besamel rosa y carrilleras de ternera a la miel y mostaza. En este caso comenzaron pronto a realizar estos platos y después se sumo el trabajo de Salma Lamrini, otra alumna que realizó en su casa un bizcocho de vainilla, gallegas de coco y mermelada, así como dulce de chocolate y almendra que fueron el postre de esta degustación multicultural. Porque Salma es de origen marroquí y con unos meses llegó a España con su familia, primero a Tarragona y después, sobre las nueve años, aterrizó en San Esteban de Gormaz, donde tanto ella como su familia llevan trabajando y viviendo varios años. Los dulces árabes son una delicia y por eso, cuando se comentó en clase de hacer esta despedida culinaria, se ofreció a elaborar varios platos que hacen en su casa y compartirlos con sus compañeros.
En cuanto a Sañudo, su arte culinario viene de lejos, porque desde niño comenzó a interesarse por los fogones, cuando se quedaba en casa mientras sus padres trabajaban y tenía que hacerse la comida. Como le salía bien y se divertía entre fogones fue creando nuevos retos, explica este joven, quien ahora, al terminar la Secundaria, está interesado en estudiar un CFGM de Cocina y Gastronomía, por lo que pedirá plaza en varias comunidades para seguirse formando. Su idea es cursar el grado medio y desde ahí acceder al superior, sin descartar ampliar sus estudios con algún ciclo específico para especializarse más.
“Ahora que ya hemos terminado los exámenes y estamos sin preocupaciones es un buen momento para hacer una comida final de curso”, reconoce este joven que se convirtió en el chef de casi todos sus compañeros, porque aunque el grupo son 28 algunos no acudieron porque tenían otros compromisos o algunos, como una alumna celiaca, acudió con su propia comida, para evitar la contaminación cruzada, pero queriendo compartir con los demás esta fiesta.
Una buena manera de despedir el curso y dejar un buen sabor de boca entre todos, demostrando que las tradiciones que nos unen son muchas y que, ante una mesa, todos se muestran, como aseguró Sañudo “muy felices”.