San Esteban de Gormaz y la comarca de la Sierra Pela vive asustada ante la ola de robos e intentos en viviendas de distintos pueblos de la zona, algunos incluso produciéndose mientras las personas dormían en el interior de las casas, sustrayendo no solo dinero o herramientas, sino también comida y productos de conservas caseras o congelados.
Según explicó el alcalde de Montejo de Tiermes, Carlos Vilalta, los primeros robos se produjeron en viviendas de su pueblo, Ligos, donde el Viernes de Carnaval, sustrajeron de alguna vivienda un comprensor y en otras herramientas, sorprendido ante el hecho de que, aunque son casas de fin de semana, los robos se produjeron precisamente en esas fechas. Posteriormente también se recibió el aviso a la Guardia Civil de otros robos en Cuevas de Ayllón, otra pedanía del municipio, donde encontraron la casa revuelta y “nuestra sorpresa fue que se llevaron los congelados del frigorífico y el congelador”, explicó el edil, quien añadió que también sustrajeron botes de conserva caseras, chocolates, pero ni bebidas ni otros bienes.
En la cronología delictiva, los asaltantes también intentaron entrar en la noche del martes al miércoles en una vivienda en Montejo de Tiermes, ocupada por dos personas, una de las cuales se despertó ante los ruidos y se asomó a la ventana, lo que provocó que abandonaran sus intenciones y echaran a correr cuando vieron las luces. La propietaria de la vivienda observó cómo habían descerrajado la puerta y se puso en contacto con la Guardia Civil. Cuando los agentes del cuartel de Langa de Duero acudieron a Montejo y estaban tomando declaración, se produjo otra llamada por otro robo, en este caso en La Hoz de Abajo, donde entraron en una vivienda mientras su inquilina estaba dentro. En este caso los oyó entrar y, por miedo, se hizo la dormida y los ladrones “desvalijaron el frigorífico”, explicó el regidor de Montejo, puesto que solo se llevaron comida.
Vilalta explicó que los hechos también habían saltado de provincia, porque en las mismas fechas habrían robado en el estando de Ayllón, en menos de diez minutos, y recuerda que el año pasado, por estas fechas, también se produjeron robos en los pueblos de la Sierra Pela, como Ligos, Liceras o Torresuso y hace dos años sustrajeron la herramienta de una nave del Consistorio de Montejo.
“Hay miedo”, asegura Vilalta, tanto que algunos vecinos incluso se plantean la posibilidad de poner cámaras o incluso dormir con la escopeta de caza, tanto es así que el alcalde le planteará al director general de la Guardia Civil cuando inaugure el cuartel de San Esteban de Gormaz en los próximos días, que incrementen el número de efectivos en la zona.
Por que los problemas no solo se quedan en pueblos más pequeños y algunos casi deshabitados, sino que en los últimos días se han producido también en urbanizaciones de San Esteban de Gormaz y El Burgo de Osma robo en viviendas unifamiliares, en ocasiones aprovechando que los vecinos habían salido a realizar algún recado en plena tarde, así como en distintos establecimientos hoteleros y, la pasada semana también en un una empresa de construcción sanestebeña, donde sustrajeron la caja fuerte.
Los vecinos ribereños reconocen que “tenemos un problema de seguridad” y piden más efectivos, de hecho el propio alcalde de San Esteban de Gormaz, Daniel García, explicó que “hay una gran preocupación a nivel de ciudadanía” y aseguró que “es algo nunca visto” definiendo esta “oleada de delincuencia brutal”, que afecta a empresas, viviendas, hostelería y mobiliario urbano.
García añade que no hay datos precisos de la procedencia de los presuntos delincuentes, pero sospechan que podría tratarse de una doble vía, por un lado bandas itinerantes, pero sospechan que también podría estar moviéndose por la zona de manera intermitente.
Pero para el Consistorio, el problema está también en los efectivos de la Guardia Civil que, tal y como aseguró García, “están desbordados” y, mientras manifestaba su solidaridad con el cuerpo ante los últimos sucesos en Barbate, puso de manifiesto que, por ejemplo, mientras que en el acuartelamiento de San Esteban de Gormaz hay diez plazas para agentes solo están cubiertas tres y “es una tarea imposible para ellos de realizar”, haciendo un llamamiento a la Subdelegación de Gobierno para que se cubra con todos los efectivos, trasladando desde el Ayuntamiento “total cooperación en lo que necesiten para que podamos remontar la seguridad del municipio”. Por eso García destacó que es importante que los agentes tengan las condiciones laborales buenas y que desde el Ayuntamiento se ofrecen en la medida de sus posibilidades a ayudar para que el número de agentes crezca.