Un año más, Villálvaro celebró el pasado sábado una de sus fiestas más entrañables: la romería de la Virgen de las Lagunas, cumpliendo así con el intercambio que esta localidad lleva a cabo con Zayas de Báscones de su talla mariana, desde que hace décadas comenzara a derrumbarse la iglesia románica del hoy despoblado de las Lagunas.
Como cada primavera, los vecinos de Villálvaro acuden a la iglesia de Zayas de Báscones, para recoger a esta venerada imagen y conducirla, por un camino hasta su hoy restaurada iglesia, donde es recibida por el resto de vecinos de Villálvaro, con charanga, para realizar una procesión hasta el interior del templo donde se celebra la misa, y reunirse, después, junto a la zona, para disfrutar de una comida todos los vecinos juntos, en un día de fiesta.
Por la tarde, los vecinos procesionan con la Virgen hasta la iglesia de San Mamés, donde se venera y custodia a esta Virgen durante otro medio año, hasta que después de las vendimias, la vuelvan a llevar a Zayas.